La implicación en desvíos de recursos y sobrecostos en la adquisición de carrotanques destinados a abastecer de agua a las comunidades de La Guajira han desencadenado una oleada de rechazo por parte de los habitantes de la región, especialmente de las comunidades indígenas wayuu, quienes son los más afectados por esta situación.
Para Maidol Redondo, defensora de Derechos Humanos y mujer wayuu, la implicación de personas de la región en este escándalo es lo más preocupante. Señala que los carrotanques adquiridos no son aptos para las condiciones geográficas de La Guajira, dejando en evidencia una gestión deficiente y negligente.
“No solo estamos enfrentando la falta de agua, sino también la traición de aquellos que deberían velar por nuestro bienestar”, expresó Redondo, subrayando la decepción hacia los líderes políticos guajiros implicados en el caso.
Por otro lado, José Silva, representante legal de la Asociación Nación Wayuu, enfatizó que, como pueblo indígena, ni el desvío de recursos ni la adquisición fallida de los carrotanques les afectaron directamente, ya que estos programas nunca se materializaron.
“Los carrotanques llegaron hasta un destacamento del Ejército en Uribia, ahí quedaron y ahí están, es decir, no alcanzaron a llevar una gota de agua a las comunidades”, lamentó Silva, destacando la magnitud del fraude que ha dejado a La Guajira en una situación aún más precaria.