El documental titulado ‘Fiebre eólica: en la tierra sagrada del viento’ producido por la organización Democracia Abierta con el apoyo de la Fundación Heinrich Boll, muestra preocupaciones de líderes de las comunidades wayuu donde se desarrolla la instalación de aerogeneradores para la producción de energía eólica.
Advierten sobre la perdida de autonomía sobre sus territorios, la violación a sus creencias, sus tradiciones y sus sitios sagrados como cementerios. Asimismo, habitantes de Ipapüle, Cabo de la Vela y Kasiworin, sostienen que estos proyectos generan un gran impacto ambiental y social, que las multinacionales han querido ‘manejar’, presuntamente, a través de la entrega de dinero en efectivo, desatando conflictos entre los diversos clanes.
“Por lo que veo esto se va a llenar de parques eólicos y eso es una tristeza ver que nuestros paisanos, nuestros indígenas se dejan engañar por una miseria, digámoslo así. Porque a usted le dan una plata en efectivo hoy, mañana o pasado no lo tiene… Ya vamos para 20 años, ya se van a llevar los molinos y estamos iguales”, sostiene el líder de la comunidad de Kasiworin, José Bruges Pushaina.
En este departamento, según declaraciones del viceministro de Energía Miguel Lotero, se tiene contemplado la construcción de 16 parques eólicos con una inversión cercana a los $10 billones para diversificar la matriz energética del país.
Sin embargo, existen denuncias de varias organizaciones sobre la ejecución de estos proyectos violando los derechos ancestrales del pueblo wayuu, dejando consigo varias personas muertas, amenazadas y desplazadas por las disputas territoriales.
Este cortometraje muestra esa realidad que se esconde, según palabras de la lideresa Nancy Gómez del Cabo de la Vela, detrás del discurso del desarrollo, dejando “sin futuro y condenando a la extinción al pueblo wayúu”.