La información sobre supuestas violaciones de derechos humanos contra indígenas wayuu en Uribia por parte de la fuerza pública ha sido aclarada. Tras una investigación más profunda y la consulta de fuentes adicionales, se ha confirmado que el Ejército Nacional no accionó sus armas durante el incidente mencionado.
Según el informe, el personal militar se encontró con un grupo de personas que transportaban una cantidad considerable de gasolina en pimpinas, lo que puede considerarse contrabando de hidrocarburos. Al percatarse de la presencia militar, las personas reaccionaron violentamente, agrediendo verbal y físicamente a algunos soldados y arrojando piedras y otros objetos, lo que causó daños a los vehículos militares.
Se ha verificado que el personal militar no hirió a ninguna persona durante el altercado y que las acciones de los civiles estaban dirigidas a evitar la incautación de la gasolina. La unidad militar, conforme a su misionalidad ordenada por la Constitución Nacional, actuó respetando los Derechos Humanos en todo momento.
El Ejército Nacional reafirmó su compromiso como garante del respeto por los Derechos Humanos y destacó que las acciones emprendidas durante el incidente en Uribia estuvieron alineadas con su misión constitucional.
Esta aclaración busca tranquilizar a la comunidad y subrayar el respeto y profesionalismo con el que el Ejército Nacional maneja sus operaciones, especialmente en contextos sensibles como los que involucran a comunidades indígenas.