Un año después del rescate de los cuatro niños de la selva, en un operativo realizado entre militares e indígenas bautizada como “Operación Esperanza”, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) mantiene bajo su custodia a los menores.
“Están muy bien, los niños aún permanecen en Bienestar Familiar”, precisó el general Pedro Sánchez, comandante de la Operación Esperanza, quien señaló que este domingo se va a conmemorar el aniversario del rescate con un almuerzo privado al que asistirán los niños, sus parientes y todos los que participaron en el rescate.
Entre tanto, el ICBF señaló que “hoy, los hermanos Mucutuy pasan los días disfrutando y aprendiendo, han estado acompañados por un equipo de la Defensoría de Familia del ICBF especializada en asuntos étnicos, que trabajan para que sus costumbres no se afecten al estar lejos de su territorio y garantizar todos sus derechos”.
Los cuatro menores, tres niñas y un niño, fueron rescatados luego de permanecer 40 días en la selva amazónica, en una serie de hechos trágicos que incluyó el desplome de la avioneta en la que se transportaban y la muerte de su madre, en ese accidente.
En un acto de supervivencia extrema, los menores miembros de la comunidad muina murui se lanzaron a la selva, puesto que la mayor de ellos sabía cómo moverse por la manigua y alimentarse de frutos silvestres.
Conocida la noticia del siniestro y una vez fue hallada la avioneta, las fuerzas militares emprendieron la búsqueda de las tres niñas y el niño, labor a la que luego se unieron un grupo de aborígenes de diferentes etnias, en una combinación nunca antes vista en el marco de una operación militar.
El general Sánchez aseguró hoy que el procedimiento de rescate de los niños fue un éxito porque hubo un respeto entre las tradiciones indígenas y la labor de las tropas.
El oficial sostuvo que mientras sus hombres consultaban mapas militares para dar con los menores, los indígenas acudían a su espiritualidad y cercanía con la selva.
“Creo que ha sido una de las mejores noticias que he recibido en mi vida al encontrar a los cuatro menores vivos”, aseguró este domingo el oficial en declaraciones a W Radio y al sostener que el éxito de la misión fue mantener “la fe” para “combatir la impotencia y la incertidumbre”.
Sánchez aseguró que sus hombres caminaron 4.400 kilómetros durante la búsqueda de los niños, una distancia equivalente entre Colombia y Bolivia.
Mientras que el ICBF aseguró que los cuatro hermanos Mucutuy se han mantenido unidos durante este año, no han perdido el contacto con su etnia, en particular en temas educativos, y han recibido ayuda de “psicólogos especialistas para tratar el trauma y médicos que atendieron las enfermedades que adquirieron en la selva”.
“Los hermanos no se han separado durante este año en ningún momento, siempre se han apoyado mutuamente y en compañía de sus familias, además de personas que los quieren y protegen; cursan sus estudios y disfrutan de la vida que deben tener los niños y las niñas a esa edad”, reportó el Instituto.
Sobre las razones por las cuales los menores permanecen bajo el cuidado del ICBF, el Instituto no se pronunció, aunque se sabe que los cuatro hermanos tienen varios parientes y que el padrastro de las dos mayores y padre de los menores está en prisión, bajo acusaciones de violencia intrafamiliar.
“Los hermanos Mucutuy son un ejemplo de valentía y esperanza para todos nosotros. Su historia nos recuerda la importancia de cuidarnos los unos con los otros y de mantenernos unidos frente a las adversidades”, sostuvo el ICBF.