En la costa de la Alta Guajira, una iniciativa poco común denominada Proyecto Puyuii (término wayuunaiki que significa “tiburón”) se propone invertir la historia: los mismos pescadores de la etnia wayuu que hasta hace poco pescaban tiburones ahora los protegen, investigan y muestran como parte esencial del ecosistema marino.
La iniciativa radica en un cambio cultural profundo. Tradicionalmente, para comunidades de Punta Gallinas y otras zonas costeras de La Guajira, el tiburón representaba una fuente de proteína y de ingresos. En ese contexto nació un vínculo de subsistencia que empezó a evidenciar impactos ecológicos.
El proyecto reúne a científicos y líderes wayuu con un objetivo compartido: monitorear especies vulnerables, identificar zonas de reproducción, mapear un posible monte submarino frente a Punta Taroa y definir rutas migratorias de estas criaturas. Cuando la carta náutica mostraba una misteriosa “M” en ese punto marino, el equipo vio una oportunidad para descubrir un ecosistema crítico.
Ciencia, ancestralidad y territorio
El proyecto destaca porque incorpora conocimiento tradicional: pescadores que antes usaban arpones y redes hoy han recibido formación en biología, ecología marina y ciencia ciudadana. Uno de esos protagonistas es un pescador wayuu que decidió cambiar el arpón por el dron submarino y ahora lidera la vigilancia de tiburones.
La iniciativa plantea que el éxito de la conservación depende de que las comunidades se apropien del proceso, construyan autonomía y transformen su economía hacia modelos más sostenibles, como el turismo ecológico, la pesca responsable y la educación ambiental.
Retos, oportunidades y proyección
El reto mayor es doble. Por un lado, el contexto de escasez de fondos limita la operación de la expedición: el equipo estima recaudar 10.000 USD para cubrir embarcación, combustible y equipo de buceo, y hasta ahora ha alcanzado sólo una fracción.
Por otro, se abre una oportunidad estratégica: confirmar la existencia del monte submarino frente a las Dunas Taroa posicionaría a Colombia a la vanguardia de la investigación marina en el Caribe, con implicaciones para la biodiversidad, la soberanía oceánica y el futuro del territorio.
¿Por qué importa para el país?
Los tiburones son indicadores clave de la salud de los ecosistemas marinos, pues regulan las cadenas tróficas y promueven la resiliencia oceánica. La iniciativa, al situar a los wayuu como guardianes del mar, establece un modelo replicable de conservación participativa en zonas costeras vulnerables.
El Tiempo
Además, va más allá del medio ambiente: incorpora una dimensión de derechos territoriales, conocimiento ancestral y desarrollo local que puede transformar la relación de las comunidades con el mar.
El Proyecto Puyuii representa una apuesta para que la conservación no sea un asunto externo, sino una causa de las propias comunidades de La Guajira. Si logra articular ciencia, territorio y desarrollo sostenible, podrá convertirse en un referente nacional. El tiburón, que antes era caza, hoy es símbolo de vida y futuro para el Caribe colombiano.
Con información de El Tiempo






