En un paso decisivo hacia la garantía del suministro energético nacional, el Ministerio de Minas y Energía anunció que acelera un proyecto de regasificación en la zona litoral de La Guajira que, una vez en funcionamiento, permitirá inyectar al menos 300 millones de pies cúbicos diarios (mpcd) de gas natural al sistema colombiano a partir del primer trimestre de 2027.
El proyecto, liderado por la Transportadora de Gas Internacional (TGI) — filial del Grupo Energía Bogotá (GEB) — plantea la instalación de una planta flotante de regasificación (FSRU) en el municipio de Ballenas, con conexión al gasoducto existente “Ballena-Barranca” de 579 kilómetros, lo cual facilita su integración al Sistema Nacional de Transporte de Gas.
La ministra encargada Karen Schutt, enfatizó que “este proyecto es una respuesta concreta y temprana a las necesidades de abastecimiento de gas del país. Garantizar energía para los hogares y la industria es una prioridad del Gobierno del Cambio”.
Contexto y retos
Colombia enfrenta un escenario en el que la producción nacional de gas no logra aumentar a la velocidad requerida, lo que ha obligado al Gobierno a considerar de forma urgente la expansión de la infraestructura de importación y regasificación.
El gremio Naturgas advirtió que sin una nueva planta de regasificación la brecha de abastecimiento podría llegar al 25 % en 2027.
Impactos esperados
El proyecto en La Guajira no solo fortalecería la seguridad energética para millones de hogares, sino que, por su ubicación estratégica, aporta al desarrollo del departamento en su rol como nodo logístico para el Caribe colombiano. También podría reducir el costo del energético para los usuarios, según estimaciones del Ministerio.
Para el pueblo wayúu y otras comunidades de la zona litoral, el avance de esta obra exige la implementación de mecanismos de consulta previa, ambiental y social, así como asegurar que los beneficios sean visibles en la región.
Repercusiones locales
Para La Guajira, departamento históricamente rezagado en infraestructura energética, el proyecto representa una oportunidad para integrar empleo, desarrollo técnico y mejora de condiciones de vida. Sin embargo, la clave estará en que los avances cumplan los plazos y los compromisos de participación comunitaria se respeten.






