En un comunicado la empresa del sector de las energías renovables, EDP Renewables, anunció que no continuará con las inversiones en sus proyectos eólicos Alpha y Beta, localizados en La Guajira, los cuales suman una capacidad combinada de 0.5 GW. Esta decisión llega tras un detallado análisis que concluyó que los proyectos no cumplen con los criterios de inversión ni el perfil de riesgo de la compañía.
Según explicó la compañía, son varias las razones por las que han tomado esta decisión. Precisan que, en 2019, EDPR ingresó al mercado colombiano mediante los proyectos Alpha y Beta, que obtuvieron permisos ambientales en agosto de ese año y garantizaron contratos de compraventa de energía (PPAs) para 1.7 TWh/año durante 15 años a partir de 2022. Los proyectos prometían una generación anual de 2.5 TWh, contribuyendo significativamente a la diversificación y transición energética del país.
Sin embargo, una serie de obstáculos y desarrollos adversos impactaron la viabilidad de los proyectos, entre los que se cuentan los retrasos por la pandemia, ya que durante los confinamientos de 2020-2021, el proceso de permisos ambientales para la línea de interconexión de 81 kilómetros sufrió importantes retrasos.
Igualmente indican que en 2022, el cambio de Gobierno en Colombia generó ajustes sustanciales en el proceso de autorización ambiental, incluyendo la duplicación del número de comunidades indígenas involucradas (de 56 a 113), lo que prolongó aún más los plazos.
Factores económicos y financieros también fueron claves para la decisión, ya que la indisponibilidad de activos de transmisión, aprobaciones legislativas desfavorables, aumento significativo en costos de construcción, la devaluación del peso colombiano y el incremento de costos financieros deterioraron los supuestos iniciales de inversión.
Aunque el Gobierno emitió en agosto de 2023 el Decreto 1276 con medidas de emergencia, este fue anulado judicialmente en octubre del mismo año, perpetuando el desequilibrio económico de los proyectos, dice el comunicado.
EDPR asegura que intentó mitigar los impactos renegociando el 80.7% de los volúmenes de energía de los PPAs, suspendiendo la entrega de energía durante más de dos años. Además, presentó el permiso ambiental para la línea de interconexión, que se espera sea aprobado en febrero de 2025. Sin embargo, no se logró avanzar en mejoras al marco regulatorio, como reformas al mecanismo de “cargo por confiabilidad”.
Ante este panorama, EDPR estimó pérdidas potenciales de hasta €0.7 mil millones, incluyendo deterioros completos de los proyectos y €0.2 mil millones en garantías y pasivos estimados a futuro. Estos montos se tratarán como eventos no recurrentes y no impactarán el ingreso neto recurrente ni la política de dividendos de la compañía.
“Con esta decisión, EDPR reafirma su compromiso de continuar tomando acciones legales necesarias para proteger sus intereses en Colombia. La empresa lamenta no poder avanzar en estos proyectos que habrían sido clave para el desarrollo energético del país y para su estrategia de transición hacia energías renovables”, se lee en la comunicación.