En la zona rural del Distrito de Riohacha, en el departamento de La Guajira, la comunidad indígena wiwa del corregimiento de Limón Carrizal protagonizó el pasado 6 de noviembre de 2025 una jornada de acompañamiento psicosocial promovida por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) mediante sus Unidades Móviles, en el marco del programa «Aquí Crece la Generación para la Paz».
Durante la actividad, niñas, niños y adolescentes participaron en dinámicas lúdicas y artísticas orientadas a los símbolos de la paz, compartiendo mensajes de esperanza, amor por su entorno y compromiso con la convivencia armónica en su comunidad. La jornada comenzó con una armonización espiritual en el sitio sagrado Duashagaka, acto en el que los profesionales del ICBF y los miembros de la comunidad realizaron un ejercicio simbólico de respeto y conexión con el territorio ancestral wiwa.
Posteriormente, se desarrolló un diálogo con la autoridad tradicional de la comunidad, lo que permitió reafirmar el reconocimiento de su cosmovisión y prácticas culturales como parte esencial del acompañamiento del Estado. Este intercambio favoreció la construcción de entornos protectores para la niñez y la adolescencia, impulsando la convivencia pacífica y la reivindicación de los saberes indígenas.
El cierre de la jornada fortaleció los lazos de confianza entre las familias y los equipos del ICBF, dejando como resultado una mayor cohesión social, mejor convivencia y un sentido renovado de pertenencia comunitaria. En palabras de los participantes, el evento representó “un camino de esperanza” en un territorio que ha enfrentado procesos de retorno y desafíos históricos.
Este tipo de intervenciones se inscribe en la estrategia del ICBF para acompañar a las comunidades indígenas en el fortalecimiento de sus entornos familiares y comunitarios, reconociendo la importancia de articular el respeto a la identidad cultural, la protección de derechos y la garantía de paz. El trabajo territorial con la niñez de Limón Carrizal es un reflejo de este compromiso institucional.
Para la comunidad wiwa, la jornada representa un paso significativo hacia el bienestar integral de sus miembros más jóvenes, reafirmando que la protección de la infancia y la adolescencia debe construirse desde el diálogo, el territorio, la cultura y el reconocimiento del otro como sujeto de derechos.






