Después de casi 17 años de haber sido trasladadas desde Barranquilla a Bogotá, la oficinas de Cerrejón volverán a funcionar en la capital del Atlántico.
La empresa Cerrejón informó que traslada nuevamente sus oficinas de Bogotá a Barranquilla, después de 17 años de haberse ido de esta capital. Según la multinacional, esta decisión se había tomado en el 2020, pero por la pandemia tuvo que ser aplazada y se hará este año.
Según indicó, esto hace parte de su programa de transformación y que busca “mejorar la integración y productividad del equipo administrativo y de apoyo a la operación”.
“Este proyecto estará liderado por Ángela López, gerente de TI y Transformación, y será manejado con el rigor que siempre ha caracterizado a nuestra compañía y con una adecuada estrategia de gestión de cambio”, indicó la empresa.
Recientemente Glencore anunció que había completado la adquisición de todas las acciones Cerrejón, cuya explotación compartía en partes iguales con BHP y Anglo American.
La decisión de Cerrejón no ha caído bien en algunos sectores de La Guajira, donde esperaban que sus oficinas volvieran a la costa, pero a esta región, que es donde está la explotación de carbón.
“Como gran empresa el Cerrejón no improvisa. Viene preparando el cierre de operaciones en 2032 desde el 2008. La decisión de relocalizar la administración en Barranquilla, ha sido milimétricamente planificada y estratégicamente asegurada.. Espacio de tiempo que la empresa que participa en la Comisión Regional de Competitividad, debería haber aprovechado con determinación para definir compromisos institucionales y crear las condiciones faltantes y reasentarse en La Guajira”, manifestó el exdirector de Planeación departamental, Cesar Arismendi.
Por su parte, Normando Suárez, también exdirector de Planeación, afirma que “de confirmarse en forma definitiva la noticia es una profecía autocumplida o la crónica de trasteo o mudanza anunciado desde el mismo momento que se inició la explotación del proyecto carbonífero en La Guajira”.
“Personalmente, nunca estuve totalmente convencido del compromiso de la empresa minera con el Departamento de La Guajira, sus quince municipios, y general, con las fuerzas vivas del área de influencia del Cerrejón. La gente de la península fue muy ingenua al volver artículo de fe el supuesto compromiso de la multinacional con el pueblo guajiro cuando la opinión de todo orden fue cooptada con la formulación en el papel de una estrategia de responsabilidad social empresarial”, añadió.