La ONU expresó su condena ante el asesinato de la docente Elizabeth Mojica perteneciente al pueblo indígena Wiwa en La Guajira, hecho que ha conmocionado a las comunidades generado preocupación por la seguridad de los pueblos originarios en la región.
El organismo internacional instó a las autoridades competentes a garantizar una investigación pronta y efectiva que esclarezca los hechos, identifique a los responsables y asegure que se haga justicia.
En su pronunciamiento, la ONU enfatizó la relevancia de proteger a las comunidades indígenas, especialmente en zonas donde históricamente han vivido en condiciones de vulnerabilidad, y recordó que estos hechos deben ser atendidos con prioridad, con respeto a los derechos humanos y los tratados internacionales suscritos por Colombia.
La comunidad Wiwa en La Guajira, así como organizaciones de derechos humanos y autoridades locales, han manifestado su dolor y angustia por el crimen, y coinciden en la exigencia de respuestas claras, garantías de seguridad y medidas que protejan la integridad de líderes, educadores y defensores de derechos en territorios indígenas.
Este caso no solo resalta las constantes amenazas que enfrentan comunidades indígenas en la región, sino también la urgencia de fortalecer la vigilancia, la protección comunitaria y la presencia institucional efectiva en zonas remotas. La ONU recordó que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar los derechos de todos los ciudadanos, sin discriminación, y de asegurar un ambiente de paz y respeto para los pueblos originarios.
Con este pronunciamiento, la ONU reafirma la necesidad de que Colombia actúe con diligencia frente a este crimen, ofrezca garantías de no repetición y avance en políticas públicas que aseguren la vida, la dignidad y los derechos de las comunidades indígenas en La Guajira.






