Un impulso significativo a la transición energética en el norte del país cobra forma en La Guajira. El ambicioso Proyecto Colectora, diseñado para conectar siete parques eólicos y uno solar al Sistema Interconectado Nacional, ya reporta un avance que supera el 80 %, según información del Ministerio de Minas y Energía y Grupo Energía Bogotá (GEB).
Durante una reciente visita al sitio de obra, el ministro Edwin Palma confirmó que el tramo Cuestecitas–La Loma presenta un progreso del 90 %, con la mayoría de cimentaciones y estructura montadas y el tendido de línea bastante avanzado. En contraste, la sección Colectora–Cuestecitas aún está en una fase inicial, con un avance cercano al 17 % Grupo Energía Bogotá. Las subestaciones reflejan un desempeño destacado, con La Loma al 97 % y Cuestecitas al 79 % Grupo Energía Bogotá.
Este proyecto, impulsado por Enlaza, filial de transmisión del Grupo Energía Bogotá, permitirá, al concluir, la integración de seis parques eólicos —como Camelias II, Windpeshi, Elipse, Acacías, Alpha y Beta— junto a la central solar Lyra, sumando 1,2 gigavatios instalados.
La iniciativa trasciende la ingeniería. En palabras de Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB, “este proyecto no solo lleva energía, lleva esperanza”. Esa visión cobra vida en las comunidades: se han instalado soluciones solares fotovoltaicas en zonas no interconectadas, como unidades educativas y centros comunitarios en Riohacha y Maicao, beneficiando a cientos de familias mediante inversiones ejecutadas bajo el esquema de Obras por Impuestos.
Además, el proyecto se consolida como un motor social. Los avances técnicos vienen acompañados de un fuerte compromiso con el entorno: Enlaza adelanta proyectos de infraestructura comunitaria, iniciativas culturales, ambientales y de inclusión que reafirman el desarrollo sostenible y la justicia energética.
¿Y ahora qué sigue?
Se espera que el tramo Cuestecitas–La Loma esté completamente listo para noviembre de 2025, mientras que la subestación de Cuestecitas debería entrar en operación en febrero de 2026, cerrando el circuito energético que transformará la generación renovable del norte del país






